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El Parque Científico de Alicante (PCA) inauguró el pasado 18 de octubre sus nuevas instalaciones. Se trata de un emblemático y vanguardista edificio diseñado para conectar el conocimiento y el talento con las necesidades del tejido productivo. Su objetivo es actuar como catalizador para el necesario encuentro entre estudiantes, investigadores, emprendedores y empresas que promueve el PCA.

El acto estuvo presidido por la rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro, y también contó con la asistencia del director general de Universidades de la Generalitat Valenciana, Juan Antonio Pérez Juan; el alcalde de San Vicent del Raspeig, José Rafael Pascual Llopis; el concejal de Presidencia del Ayuntamiento de Alicante, Antonio Peral; así como el gerente del parque, Esteban Pelayo, y miembros de la comunidad universitaria, representantes empresariales, entre otros.

Durante su intervención, Amparo Navarro destacó que la Universidad de Alicante “asume la responsabilidad de promover que la sociedad sea la principal beneficiaria del talento y conocimiento que se gestan en nuestra institución académica” y que el Parque Científico de Alicante demuestra este compromiso con “el impulso de la transferencia de conocimiento y la empleabilidad, y con su foco de actuación en el apoyo al desarrollo y crecimiento de empresas basadas en I+D”.

Dentro de esta estrategia, explicaba la rectora, “cumplimos hoy un gran hito ya que inauguramos el Edificio Parque Científico de Alicante. Edificio como interfaz entre la producción del conocimiento y talento, y las necesidades del tejido productivo de la provincia, que servirá como catalizador para el necesario encuentro entre nuestros estudiantes, investigadores, emprendedores, empresas y diferentes agentes de nuestro ecosistema”.

Además, Amparo Navarro resaltaba que esta nueva infraestructura “también nace con el ánimo de ser un punto de confluencia para todas las entidades de la Comunitat Valenciana que lo deseen y a las que invitamos a disfrutar de él, ya sea con algún espacio propio o ya sea celebrando aquí jornadas o eventos”.

El nuevo edificio del PCA es una infraestructura singular, que alberga 1.800 metros cuadrados de laboratorios preparados para poder distribuirse en espacios que van desde los 50 a los 300 metros cuadrados. Además, cuenta con el mayor espacio de coworking de la provincia de Alicante, con una sala que supera los 500 metros cuadrados, con una terraza anexa que se equipará también para poder trabajar, de 237 metros cuadrados. El edificio del PCA se completa con distintos espacios destinados a oficinas de empresas y también, espacios únicos para la organización de todo tipo de eventos.

Toda esta infraestructura se pone en marcha para dar servicio y albergar al mayor ecosistema de innovación de la provincia de Alicante. Formado en la actualidad por 41 empresas, entre startups, spinoffs surgidas de la UA y empresas consolidadas, todas ellas con un punto en común, su fuerte compromiso con la innovación.

Tal como explicaba el gerente de PCA, Esteban Pelayo, “lanzamos una convocatoria y ha sido todo un éxito, porque en la primera fase ya se llenó más de la mitad de este edificio”. Pelayo también aseguraba que “la mayor parte de las empresas que están viniendo vienen porque quieren estar cerca de otras empresas y de la Universidad de Alicante, de sus grupos de investigación y del talento que emana, así como también de la dinámica que se genera entre todos los que están aquí”.

De las 41 empresas instaladas, 16 son empresas de base tecnológica o surgidas de equipos de estudiantes. El resto son empresas consolidadas que se vinculan al Parque Científico para formar parte de una estructura que les proporciona de forma continua captación de talento y posibilidades de cooperación en proyectos de I+D con grupos de investigación de la UA y con otras empresas.

En estas 41 compañías, trabajan más de 50 doctores y más de 400 titulados de la UA, y en el último año invirtieron más de 10 millones de euros en I+D+i y captaron más de 1,5 millones de euros de fondos públicos para sus procesos de innovación.

El parque les ofrece un amplio abanico de servicios para su crecimiento y desarrollo empresarial: servicios avanzados de mentoría, comunicación corporativa, captación de financiación, transferencia tecnológica y captación de talento.

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Quiso ser matemática, pero acabó decantándose por la ingeniería química. Tras finalizar su tesis y el nacimiento de su hija, le surgió la posibilidad de crear y liderar una empresa de base tecnológica. Aceptó el reto porque le atraía la idea de trasladar del laboratorio a la industria la tecnología basada en nanomateriales de carbono, en la que había trabajado durante su doctorado.

 
Así, en 2015 nació Applynano, una empresa con un equipo técnico formado mayoritariamente por mujeres, especializada en el desarrollo y fabricación de productos basados en grafeno y otros nanomateriales de carbono. Actualmente, además de ser la CEO de Applynano, es profesora asociada de la UA, lo que le permite compaginar todos sus intereses: la ciencia, la ingeniería y la docencia.
Originaria de un pequeño pueblo de montaña del sur de Italia, creció en el campo, donde aprendió a amar a los animales. Su formación mixta, por un lado, en Cine y Medios y, por otro, en Ciencia e Ingeniería de Datos, hace que se sienta cómoda cuando puede desarrollar simultáneamente sus dos facetas: las artes y las ciencias.

 
En su investigación en la Fundación ELLIS, estudia las posibilidades culturales, sociales y artísticas de la Inteligencia Artificial, concretamente en el efecto que las redes sociales tienen en la vida de las mujeres y la forma en que son percibidas en el ecosistema cultural. Más concretamente, analiza el impacto de la IA en las mujeres en el éxito político, la percepción corporal y la expresión artística..
Desde su primer contacto con la ciencia en el instituto, tuvo claro que su futuro académico y profesional iba a estar marcado por ella. Curiosamente, el mar le aterraba y atraía a partes iguales, sin embargo, decidió estudiar Ciencias del Mar en la UA. Durante su formación, descubrió que el océano estaba lleno de recursos con múltiples aplicaciones potenciales, pero que una mala gestión puede desencadenar un desequilibrio entre ecosistemas y acabar en importantes desastres naturales.

 
La oportunidad de emprender surgió casi de la nada al terminar su trabajo final de máster. Desde marzo de 2021, ocupa el puesto de Chief Sustainability Officer en Mediterranean Algae, donde desarrolla la actividad de cultivo de macroalgas autóctonas del Mediterráneo y de sus extractos desde las directrices de economía circular y sostenibilidad.
Tras formarse en Ingeniería Química en la UA, se doctoró en diseño de procesos y productos. Ha investigado y trabajado en áreas como el tratamiento de aguas residuales, la valorización de residuos industriales o la recuperación de materiales plásticos en la industria.

 
Actualmente, desarrolla su carrera profesional en Fych Technologies, una empresa nacida tras años de investigación sobre el reciclaje de plásticos en la UA. Desde aquí, estudia los numerosos retos a los que se enfrenta el sector del reciclaje en su camino hacia la economía circular como son los materiales multicapa, los olores no deseados y la presencia de contaminantes. Como resultado, la empresa ha desarrollado varias tecnologías innovadoras destinadas a aumentar las tasas de reciclaje, mejorar la calidad y ampliar el mercado de productos reciclados.
Su afición por la ciencia comenzó desde muy pequeña. Aunque con dudas, eligió la Ingeniería Química como opción para continuar sus estudios universitarios y hoy puede confirmar que es una de las mejores elecciones que tomó en su vida. Descubrió su pasión por la investigación realizando el trabajo final de máster en Ingeniería Química, y en su segundo año de doctorado tiene clara su finalidad como investigadora: contribuir a la mejora y el bienestar de la sociedad.

 
Desarrolla su investigación de doctorado en el Instituto Universitario de Ingeniería de Procesos Químicos, concretamente en el Grupo de Investigación Residuos, Energía, Medio Ambiente y Nanotecnología (REMAN). Su objetivo es conseguir elaborar un biopolímero en base de almidón termoplástico (TPS) capaz de reemplazar a los plásticos convencionales derivados del petróleo.
Descubrió su pasión por la ciencia y la ingeniería durante sus estudios en la UA, aunque reconoce que es una carrera dura y exigente. Tras varios años como investigadora, comienza a estudiar el reciclaje de plásticos con el objetivo de mejorar los procesos convencionales y aumentar la calidad del plástico reciclado y continúa trabajando en el grupo de investigación Ingeniería para la Economía Circular.

 
Funda Fych Technologies, una empresa que nace con el objetivo de transferir el conocimiento generado en la Universidad a la industria. La misión de la firma es continuar investigando para aportar soluciones tecnológicas al tratamiento de residuos. Actualmente se han trasferido dos patentes, una sobre envases multicapa y otra sobre eliminación de olores de los plásticos reciclados utilizando vapor de agua.
Se graduó en Ingeniería de Telecomunicación como número uno de su promoción y ha roto infinidad de techos de cristal como profesional: fue la primera directora científica mujer en Telefónica I + D, la primera directora de Investigación en Ciencias de Datos en Vodafone a nivel mundial y la única investigadora española reconocida por el ACM como Distinguished Scientist y Fellow al mismo tiempo. En 2017, fue nombrada una de las 11 personas más influyentes en Inteligencia Artificial en el mundo por Pioneering Minds y en 2021 ha sido galardonada con el Premio Rei Jaume I en Nuevas Tecnologías.

 
Es cofundadora y directora de la Fundación ELLIS Alicante, organización ubicada en el PCA, que se dedicada a abordar desafíos fundamentales en Inteligencia Artificial. Ha desarrollado 41 patentes y, además de su trabajo científico, dedica parte de su tiempo a inspirar a los jóvenes y, especialmente a las chicas, a estudiar carreras tecnológicas.
Siempre se interesó por saber el por qué o cómo suceden las transformaciones de la materia que nos rodea. Los estudios en Química que desarrolló en la UA terminaron de despertar en ella la vocación por dicha disciplina, sobre todo la aplicada al ámbito medioambiental y al de los tratamientos anticancerígenos. Vocaciones que consolidó con un Máster en Química Fina y Molecular; donde dio comienzo a su investigación en el ámbito de los fármacos anticancerígenos.

 
Actualmente, trabaja en el Instituto Universitario de Ingeniería de los Procesos Químicos, concretamente en el grupo de Residuos, Energía, Medioambiente y Nanotecnología (REMAN) y, a su vez, como colaboradora de la empresa Solublion. Su objetivo es la obtención de materiales termoplásticos biodegradables con base de almidón para diferentes aplicaciones como el sector de los embalajes, entre otros, con el fin de disminuir la contaminación ambiental y los productos tóxicos; desarrollando su investigación en el ámbito de la química verde.
Licenciada en Biología por la UA y doctora en Bioquímica, tuvo su primer contacto con el mundo científico desde una perspectiva empresarial gracias a una beca en Gante (Bélgica). Su experiencia de más de 18 años se centra, principalmente, en microbiología y biología molecular aplicada al diagnóstico medioambiental.

 
Consciente de que la investigación se puede convertir en una solución a las necesidades empresariales, en 2019 asumió el cargo de directora de innovación en Labaqua, donde gestiona un departamento transversal que da soporte a las distintas líneas de negocio de la empresa, desarrollando y validando nuevas tecnologías adaptadas a la necesidad de un mercado cada vez más exigente, el medioambiental. Además, gestiona las colaboraciones con centros tecnológicos, universidades y empresas privadas. Durante su carrera, ha podido compaginar el trabajo en el ámbito empresarial con la participación en publicaciones científicas y proyectos de investigación que han permitido dar a la compañía un gran valor científico-técnico.
Lleva trabajando 18 años con organismos que no se ven, microorganismos, para solventar problemas en cultivos. Daños que no sólo son visibles, sino que producen mermas muy importantes, poniendo en jaque a la agricultura. Siempre tuvo claro que trabajar para una empresa era su futuro, aunque nunca llegó a pensar en montar una. La vida la encauzó hasta Glen Biotech, la primera empresa de base tecnológica de la Universidad de Alicante. La tecnología que desarrolló a través de su tesis fue la que dio origen a ese proyecto.

 
Desde entonces, han pasado han pasado 12 años, en los que se ha enfrentado a un registro de sustancia activa a nivel europeo, a escalar e industrializar un proceso de fermentación de microorganismos, a dirigir un equipo de personas jóvenes que salían de la universidad con poca o nula experiencia en la empresa. Ahora trabaja desde Glen Biotech dentro de la multinacional biotecnológica Symborg.