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El CEO de Orizon, Ángel Pineda, nos recibe para la entrevista en su sede, ubicada en Virgen del Socorro frente a la Playa del Postiguet de Alicante. Es un hervidero de personas que trabajan para asegurar la eficacia y eficiencia de los sistemas informáticos e infraestructuras tecnológicas de grandes compañías internacionales. Asegura que “el principal valor de Orizon son las personas; son la base de la compañía y las que nos permiten alcanzar el éxito con nuestros clientes”. Conozcamos un poco más de esta empresa vinculada a Parque Científico de Alicante desde 2019.

P: ¿A qué se dedica Orizon?

Ángel Pineda: Somos una empresa tecnológica alicantina que se dedica a la mejora y optimización del rendimiento del software en instalaciones que son muy grandes, en diferentes arquitecturas (clásicas, Legacy, Mainframe, Oracle) en entornos distribuidos y en entornos cloud, con el objetivo de reducir los costes de infraestructuras y de mejorar el servicio.

P: ¿Qué tipo de organizaciones son vuestros principales clientes?

Ángel Pineda: Nuestros principales clientes son organizaciones muy grandes, típicamente IBEX-35, que tienen una inversión en tecnología anual muy alta, tanto en infraestructuras como en rotación del software, donde las oportunidades de reducir los costes y de mejorar el servicio son muy altas.

P: ¿Podría describirnos los servicios que ofrecen a estas organizaciones?

Ángel Pineda: Orizon es la única empresa en el mercado que puede garantizar la reducción de los costes a este tipo de compañías de gran tamaño. Adicionalmente, podemos ofrecer mejoras en el tiempo de respuesta, incremento de la disponibilidad, finalizar en plazo los SLA (Service Level Agreement), en entornos donde la tecnología y la gestión del rendimiento es muy compleja.

P: ¿Qué es BOA? ¿Para qué sirve?

Ángel Pineda: Es la herramienta principal que utilizamos en la empresa para dar nuestros servicios. Es única en el mercado, puesto que analiza completamente una instalación y localiza “la aguja en el pajar”, es decir, encuentra las ineficiencias que pueden tener retorno de la inversión para los clientes. Son esos fallos que, corrigiéndolos, vamos a invertir pocas horas y tendremos un ahorro muy grande en las infraestructuras. Es una herramienta que tiene alrededor de ocho años y ahora mismo nos encontramos renovándola.

P: ¿Qué novedades han incorporado recientemente a esta plataforma?

Ángel Pineda: En el último año, hemos estado invirtiendo mucho en la herramienta BOA para actualizar su arquitectura y convertirla en totalmente nativa cloud, de forma que la recepción de la información, que es muy grande, se pueda hacer en muy poco tiempo. Además, le hemos incorporado inteligencia artificial para que calcule donde están las ineficiencias y ofrece una innovación importante en el mercado porque da soluciones. En el entorno tecnológico no existe otra herramienta que pueda ofrecer este servicio.

P: ¿Podría contarnos algún caso de éxito que hayan desarrollado desde Orizon?

Ángel Pineda: En estos 16 años que llevamos trabajando, tenemos casos de éxito de reducción de costes de muchos millones de euros en el caso de algunas entidades financieras. Sin embargo, los dos últimos casos de éxito más importantes que hemos desarrollado son dos fusiones bancarias, en las que Orizon ha sido una pieza clave. Nuestro papel ha sido conseguir que no se tripliquen los costes en estos procesos, lo que significa lograr la optimización de muchos componentes tecnológicos en organizaciones que son muy complejas y con trayectorias muy largas. En ambos casos, hemos finalizado los proyectos con éxito y conseguido los objetivos.

P: Ha catalogado el viaje a la nube de algunas expresas de ‘experimento’, ¿por qué?

Ángel Pineda: La transición a la nube de la infraestructura hasta ahora se ha tratado como un tema de transformación digital obligatorio para todo el mundo, sin embargo, las características que tiene el cloud son tan específicas que no se puede hacer esta transformación de cualquier manera. Lo que observamos en los últimos años es que hay entidades que lo han hecho muy bien y que han logrado un alto retorno de la inversión, y otras que han experimentado todo lo contrario. Por lo tanto, es necesario valorar cada caso particular, porque no es para todo el mundo.

P: ¿Qué ventajas le ofrece a Orizon estar vinculada al Parque Científico de Alicante?

Ángel Pineda: Llevamos muchos años colaborando con el Parque Científico y con la Universidad de Alicante porque creemos que es el sitio idóneo en el que tiene que estar una empresa como nexo con la universidad. En un entorno de innovación, contar con una conexión que te pueda vincular a la lanzadera de estudiantes, que nos genere visibilidad y que ofrezca acompañamiento, como el PCA, es fundamental.

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Quiso ser matemática, pero acabó decantándose por la ingeniería química. Tras finalizar su tesis y el nacimiento de su hija, le surgió la posibilidad de crear y liderar una empresa de base tecnológica. Aceptó el reto porque le atraía la idea de trasladar del laboratorio a la industria la tecnología basada en nanomateriales de carbono, en la que había trabajado durante su doctorado.

 
Así, en 2015 nació Applynano, una empresa con un equipo técnico formado mayoritariamente por mujeres, especializada en el desarrollo y fabricación de productos basados en grafeno y otros nanomateriales de carbono. Actualmente, además de ser la CEO de Applynano, es profesora asociada de la UA, lo que le permite compaginar todos sus intereses: la ciencia, la ingeniería y la docencia.
Originaria de un pequeño pueblo de montaña del sur de Italia, creció en el campo, donde aprendió a amar a los animales. Su formación mixta, por un lado, en Cine y Medios y, por otro, en Ciencia e Ingeniería de Datos, hace que se sienta cómoda cuando puede desarrollar simultáneamente sus dos facetas: las artes y las ciencias.

 
En su investigación en la Fundación ELLIS, estudia las posibilidades culturales, sociales y artísticas de la Inteligencia Artificial, concretamente en el efecto que las redes sociales tienen en la vida de las mujeres y la forma en que son percibidas en el ecosistema cultural. Más concretamente, analiza el impacto de la IA en las mujeres en el éxito político, la percepción corporal y la expresión artística..
Desde su primer contacto con la ciencia en el instituto, tuvo claro que su futuro académico y profesional iba a estar marcado por ella. Curiosamente, el mar le aterraba y atraía a partes iguales, sin embargo, decidió estudiar Ciencias del Mar en la UA. Durante su formación, descubrió que el océano estaba lleno de recursos con múltiples aplicaciones potenciales, pero que una mala gestión puede desencadenar un desequilibrio entre ecosistemas y acabar en importantes desastres naturales.

 
La oportunidad de emprender surgió casi de la nada al terminar su trabajo final de máster. Desde marzo de 2021, ocupa el puesto de Chief Sustainability Officer en Mediterranean Algae, donde desarrolla la actividad de cultivo de macroalgas autóctonas del Mediterráneo y de sus extractos desde las directrices de economía circular y sostenibilidad.
Tras formarse en Ingeniería Química en la UA, se doctoró en diseño de procesos y productos. Ha investigado y trabajado en áreas como el tratamiento de aguas residuales, la valorización de residuos industriales o la recuperación de materiales plásticos en la industria.

 
Actualmente, desarrolla su carrera profesional en Fych Technologies, una empresa nacida tras años de investigación sobre el reciclaje de plásticos en la UA. Desde aquí, estudia los numerosos retos a los que se enfrenta el sector del reciclaje en su camino hacia la economía circular como son los materiales multicapa, los olores no deseados y la presencia de contaminantes. Como resultado, la empresa ha desarrollado varias tecnologías innovadoras destinadas a aumentar las tasas de reciclaje, mejorar la calidad y ampliar el mercado de productos reciclados.
Su afición por la ciencia comenzó desde muy pequeña. Aunque con dudas, eligió la Ingeniería Química como opción para continuar sus estudios universitarios y hoy puede confirmar que es una de las mejores elecciones que tomó en su vida. Descubrió su pasión por la investigación realizando el trabajo final de máster en Ingeniería Química, y en su segundo año de doctorado tiene clara su finalidad como investigadora: contribuir a la mejora y el bienestar de la sociedad.

 
Desarrolla su investigación de doctorado en el Instituto Universitario de Ingeniería de Procesos Químicos, concretamente en el Grupo de Investigación Residuos, Energía, Medio Ambiente y Nanotecnología (REMAN). Su objetivo es conseguir elaborar un biopolímero en base de almidón termoplástico (TPS) capaz de reemplazar a los plásticos convencionales derivados del petróleo.
Descubrió su pasión por la ciencia y la ingeniería durante sus estudios en la UA, aunque reconoce que es una carrera dura y exigente. Tras varios años como investigadora, comienza a estudiar el reciclaje de plásticos con el objetivo de mejorar los procesos convencionales y aumentar la calidad del plástico reciclado y continúa trabajando en el grupo de investigación Ingeniería para la Economía Circular.

 
Funda Fych Technologies, una empresa que nace con el objetivo de transferir el conocimiento generado en la Universidad a la industria. La misión de la firma es continuar investigando para aportar soluciones tecnológicas al tratamiento de residuos. Actualmente se han trasferido dos patentes, una sobre envases multicapa y otra sobre eliminación de olores de los plásticos reciclados utilizando vapor de agua.
Se graduó en Ingeniería de Telecomunicación como número uno de su promoción y ha roto infinidad de techos de cristal como profesional: fue la primera directora científica mujer en Telefónica I + D, la primera directora de Investigación en Ciencias de Datos en Vodafone a nivel mundial y la única investigadora española reconocida por el ACM como Distinguished Scientist y Fellow al mismo tiempo. En 2017, fue nombrada una de las 11 personas más influyentes en Inteligencia Artificial en el mundo por Pioneering Minds y en 2021 ha sido galardonada con el Premio Rei Jaume I en Nuevas Tecnologías.

 
Es cofundadora y directora de la Fundación ELLIS Alicante, organización ubicada en el PCA, que se dedicada a abordar desafíos fundamentales en Inteligencia Artificial. Ha desarrollado 41 patentes y, además de su trabajo científico, dedica parte de su tiempo a inspirar a los jóvenes y, especialmente a las chicas, a estudiar carreras tecnológicas.
Siempre se interesó por saber el por qué o cómo suceden las transformaciones de la materia que nos rodea. Los estudios en Química que desarrolló en la UA terminaron de despertar en ella la vocación por dicha disciplina, sobre todo la aplicada al ámbito medioambiental y al de los tratamientos anticancerígenos. Vocaciones que consolidó con un Máster en Química Fina y Molecular; donde dio comienzo a su investigación en el ámbito de los fármacos anticancerígenos.

 
Actualmente, trabaja en el Instituto Universitario de Ingeniería de los Procesos Químicos, concretamente en el grupo de Residuos, Energía, Medioambiente y Nanotecnología (REMAN) y, a su vez, como colaboradora de la empresa Solublion. Su objetivo es la obtención de materiales termoplásticos biodegradables con base de almidón para diferentes aplicaciones como el sector de los embalajes, entre otros, con el fin de disminuir la contaminación ambiental y los productos tóxicos; desarrollando su investigación en el ámbito de la química verde.
Licenciada en Biología por la UA y doctora en Bioquímica, tuvo su primer contacto con el mundo científico desde una perspectiva empresarial gracias a una beca en Gante (Bélgica). Su experiencia de más de 18 años se centra, principalmente, en microbiología y biología molecular aplicada al diagnóstico medioambiental.

 
Consciente de que la investigación se puede convertir en una solución a las necesidades empresariales, en 2019 asumió el cargo de directora de innovación en Labaqua, donde gestiona un departamento transversal que da soporte a las distintas líneas de negocio de la empresa, desarrollando y validando nuevas tecnologías adaptadas a la necesidad de un mercado cada vez más exigente, el medioambiental. Además, gestiona las colaboraciones con centros tecnológicos, universidades y empresas privadas. Durante su carrera, ha podido compaginar el trabajo en el ámbito empresarial con la participación en publicaciones científicas y proyectos de investigación que han permitido dar a la compañía un gran valor científico-técnico.
Lleva trabajando 18 años con organismos que no se ven, microorganismos, para solventar problemas en cultivos. Daños que no sólo son visibles, sino que producen mermas muy importantes, poniendo en jaque a la agricultura. Siempre tuvo claro que trabajar para una empresa era su futuro, aunque nunca llegó a pensar en montar una. La vida la encauzó hasta Glen Biotech, la primera empresa de base tecnológica de la Universidad de Alicante. La tecnología que desarrolló a través de su tesis fue la que dio origen a ese proyecto.

 
Desde entonces, han pasado han pasado 12 años, en los que se ha enfrentado a un registro de sustancia activa a nivel europeo, a escalar e industrializar un proceso de fermentación de microorganismos, a dirigir un equipo de personas jóvenes que salían de la universidad con poca o nula experiencia en la empresa. Ahora trabaja desde Glen Biotech dentro de la multinacional biotecnológica Symborg.