más información

ES

EN

Se definen como una empresa con tres valores: la química verde, la economía circular y la sostenibilidad. Hablamos con los socios y fundadores de Calpech, una empresa nacida de la Universidad de Alicante que decidió vincularse al Parque Científico en el año 2021 y que recientemente ha logrado patentar su tecnología para producir nanopartículas de hierro a nivel industrial.

Yuriy Budyk, su CEO; Blanca Calderón, experta en nanociencia; y Andrés Fullana, responsable de desarrollo de negocio, nos cuentan en qué trabajan y cuáles son sus proyectos a medio y largo plazo. El escenario para la entrevista, un olivar ubicado en pleno PCA, una ubicación directamente relacionada con su trabajo. ¡Os contamos por qué!

¿Qué es Calpech?

Yuriy Budyk: Calpech es una spin-off dedicada a la producción y comercialización de nanopartículas de hierro encapsuladas en carbono. La empresa surgió alrededor de la tecnología que hemos desarrollado y patentado en la Universidad de Alicante.

¿Qué son las nanopartículas de hierro encapsuladas?

Blanca Calderón: Son partículas que tienen un tamaño nanométrico. Esto significa que tienen un tamaño de un millón de veces más pequeño que un milímetro, lo que hace que sean muy reactivas. Además, están rodeadas por una capa de carbón, lo que hace que puedan ser usadas en multitud de aplicaciones. En nuestro caso, las obtenemos a partir del residuo de la producción del aceite de oliva, que es el alpechín.

Producís estas nanopartículas gracias a vuestra tecnología, ¿para qué las empleáis?

Andrés Fullana: Estas nanopartículas de hierro sirven para muchas aplicaciones, por ejemplo, para tratar aguas de depuradora, permiten la eliminación de metales y compuestos tóxicos como los pesticidas, también pueden servir como fertilizantes e, incluso, pueden ser electrodos para la producción de hidrógeno. En nuestro caso, nosotros utilizamos estas partículas para la producción de biogás a partir de residuos orgánicos.

¿Podrías describir el actual modelo de negocio de Calpech?

Yuriy Budyk: Nuestro modelo de negocio consiste en industrializar el proceso de producción de nanopartículas, porque actualmente no existe una empresa industrial de este tipo y comercializarlas en el mercado del biogás. Además, estamos investigando para el desarrollo de nuevas aplicaciones y nuevos productos basados en nanopartículas de hierro.

¿Cómo fue el proceso de creación de la empresa?

Blanca Calderón: Yo estaba realizando mi tesis doctoral en el departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante, cuando nos llegó un residuo de alpechín. En ese momento, decidimos probarlo para producir unas partículas de hierro. Al principio pensábamos que iban a ser micrométricas, es decir, más grandes, pero las obtuvimos de tamaño muy pequeño y nos dimos cuenta de que eran muy reactivas, mucho más que las que existían en el mercado. Además, el proceso de producción era más barato, por lo que vimos una oportunidad muy buena para crear una empresa, porque el producto tenía mucho valor y decidimos dar el paso.

¿Por qué decidisteis vincularos a Parque Científico de Alicante en 2021?

Andrés Fullana: Estar vinculados a PCA tiene muchas ventajas, una de ellas, es que nos permite tener acceso al instrumental de la universidad. Además, nos concede el asesoramiento para pedir ayudas y desarrollar nuestro modelo de negocio. No hay que olvidar que nosotros somos investigadores y no conocemos tanto el mundo empresarial.

Recientemente habéis patentado vuestra tecnología, ¿qué ha supuesto esto para vosotros?

Blanca Calderón: Para nosotros es muy importante. Como investigadores de la Universidad de Alicante, proteger nuestros resultados es transcendental, sobre todo respecto a otras empresas y supone una validación de nuestro proceso y de su autenticidad.

¿Qué problemática presenta el mercado oleícola y que podéis aportar?

Yuriy Budyk: La problemática reside en que este sector genera más de 12.000 millones de litros de alpechín. Se trata de un residuo fitotóxico que no se puede verter a la tierra y no tiene una solución adecuada hoy en día. Gracias a nuestra tecnología, nos incorporamos a la cadena de valor de la industria oleícola y usamos el alpechín, que es un residuo, como materia prima para obtener las nanopartículas de hierro. Por otro lado, el uso de esas nanopartículas permitirá solucionar los problemas del mercado del biogás, que es la generación de ácido sulfhídrico, que es un gas corrosivo que estropea los motores de combustión y es tóxico para las personas. El uso de las nanopartículas de hierro como aditivo permitirá eliminar este tóxico y aumentar el rendimiento de las plantas de biogás hasta un 30%.

¿Cuáles son vuestros proyectos a medio y largo plazo?

Andrés Fullana: Una vez hayamos producido las nanopartículas de hierro a escala industrial y las tengamos comercializadas, a medio-largo plazo, nuestro interés se enfocará en mejorar las aplicaciones de estas partículas, por ejemplo, el campo de fertilizantes puede ser muy extenso.

 

Acción realizada con el apoyo de 

 

ES | VA | EN