Glen Biotech lleva 12 años trabajando como empresa del Parque Científico de la Universidad de Alicante, aunque el desarrollo de la tesis sobre la que se gestó esta EBT se inició cinco años antes. Berenice Güerri, socia fundadora, considera que sin esa investigación inicial en los laboratorios de la UA no habría sido posible el desarrollo de esta empresa, hoy está integrada en un grupo de soluciones para el sector agrícola como Symborg.
Básico para el desarrollo de Glen Biotech han sido las instalaciones de Parque Científico de la UA, pero sobre todo haber tenido la capacidad de registrar una sustancia activa para hacer frente a insectos como el picudo rojo. Glen Biotech ha marcado un hito sustancial en el desarrollo de las spins off de la UA: sólo 1 de 140.000 sustancias que se investigan acaban desarrollando una nueva sustancia activa para la agricultura. Ese 1 es Glen Biotech, gracias a Beauveria Basiona 203.
Glen Biotech es una spin off de la propia Universidad de Alicante, cuéntenos como surgió y su proceso de creación.
Berenice Güerri: Glen Biotech surgió en 2010 en la Universidad de Alicante, fruto de la investigación y del desarrollo de una tesis doctoral entorno a la búsqueda de agentes de control biológico frente a plagas. En concreto, frente al picudo rojo que afectaba a las palmeras, que recientemente se había introducido en la Comunidad Valenciana. En 2010, estaban en auge las empresas de base tecnológica o tener un origen de la investigación pública hacia el sector privado. En ese punto, Glen Biotech se convirtió en la primera spin off de la UA y esa primera EBT, que por suerte no ha sido la última, de alguna manera hizo camino para que la transferencia del conocimiento desde el ámbito público fuera real.
A día de hoy, estamos integrados en una empresa más grande dentro del sector, en este caso Symborg, que está permitiendo que la investigación pública termine en una solución para la agricultura. Pero en este caso no sólo frente al picudo rojo, sino ante una multitud de plagas y para cultivos que necesitan soluciones.
El origen de Glen Biotech está muy vinculado al picudo rojo, ¿cuáles son los productos que han desarrollado para atajar esta plaga?
Berenice Güerri: Frente al picudo rojo se ha desarrollado un producto sólido que se aplica en la parte externa de la planta para crear una barrera para el insecto. La punta del iceberg de esta investigación pública sobre el picudo rojo no es el grueso de todo el trabajo sobre la base de Beauveria Basiona 203. Ahora, integrados en una compañía más grande como Symborg, la posibilidad de generar más productos a base de este hongo que se encontró en el palmeral ilicitano que mataba al picudo rojo es cuando realmente toma forma. Sí se están viendo multitud de soluciones para cultivos.
Además de esta línea de negocio, ¿en qué trabajan actualmente? ¿Hay diversificado los ámbitos en los que trabajan? ¿Cuáles son? ¿Cuál es el modelo de negocio de Glen Biotech?
Berenice Güerri: Estamos trabajando en cultivo extensivos como hortícolas con Beauveria Basiona 203 y diferentes formulaciones en base a esta sustancia activa. Pero, sobre todo, estamos desarrollando soluciones sostenibles y se está posibilitando no sólo que el agricultor encuentre soluciones para acabar con una plaga sino, perteneciendo ahora a un grupo más grande, se está intentando encontrar una solución más global: crear respuestas donde el agricultor tenga un producto de valor añadido. Y no sólo una solución frente a una plaga o un insecto, sino frente a enfermedades o falta de nutrientes.
Al final, Glen Biotech se ha convertido en una empresa de Symborg que se dedica al desarrollo de soluciones sostenibles a base de hongos. Por eso, hablando otra vez de la punta del iceberg que es Beauveria Basiona 203, sobre ella girarán los futuros desarrollos desde Glen Biotech.
¿Qué hitos destacaría en el desarrollo de la empresa?
Berenice Güerri: Glen Biotech se ha convertido en el laboratorio de investigación de Symborg a base de microorganismos. Realmente nuestro modelo de negocio no es crear una venta directa al cliente, aunque el modelo de Symborg sí. Nosotros somos como la parte anterior en la que se desarrolla soluciones sostenibles para hacer frente a problemas de agricultura. Esos problemas en agricultura pueden ser falta de nutrientes, problemas con enfermedades vinculados a hongos o insectos. El ejemplo de Beauveria Basiona 203 sería una vertiente, como una línea de soluciones agrícolas para dar una solución al agricultor si tiene un problema de insectos. Por tanto, en Glen Biotech generamos soluciones sostenibles, soluciones para el sector agrario.
¿En qué mercados está operando? ¿Cuáles son sus objetivos empresariales a medio y largo plazo?
Berenice Güerri: Gracias a Symborg estamos operando en todo el mundo, puesto que Glen Biotech no opera directamente en el mercado. Las soluciones que desde Glen Biotech desarrollemos estará dentro de los mercados donde opera Symborg.
¿Cuál es el perfil profesional de la plantilla de Glen Biotech? ¿Y de sus fundadores?
Berenice Güerri: Los socios fundadores de Glen Biotech fuimos todos biólogos que habíamos trabajado en el desarrollo de Beauveria Basiona 203. El pull de Glen Biotech no es un perfil concreto orientado a cierta cualificación. Es gente que ha entendido que la agricultura necesita soluciones. Hay biólogos, ingenieros, informáticos, economistas… no somos un perfil equis. Lo que tenemos todos es que entendemos que lo que estamos haciendo merece la pena. Porque si no tienes eso claro, el tiempo y el esfuerzo que conlleva llegar al punto en el que nos encontramos no lo llegas a aguantar.
Centrándonos en el origen, ¿qué ha supuesto para Glen Biotech su vinculación a Parque Científico de Alicante?
Berenice Güerri: Realmente, Glen Biotech no podría haber tenido un origen si no hubiera existido el Parque Científico de la UA, porque fuimos su primera EBT. El origen que tuvimos fue que desde la propia Universidad vieron que el trabajo que se había desarrollado en el laboratorio en investigación de fitopatología tenía la fuerza y el interés necesario para representar una solución a nivel empresarial. Y fue en ese punto donde se propuso – si queríamos – que todo ello no se quedara en un cajón a través de esa transferencia tecnológica. Por tanto, si no hubiera habido Parque Científico, no habría habido empresa.
Y actualmente, ¿qué sinergias existentes entre UA – PCA y Glen Biotech?
Berenice Güerri: El suelo que pisamos ahora es del Parque Científico de la Universidad de Alicante. Seguimos vinculados al Parque porque entendemos que la innovación surge, entre otras líneas, de la investigación pública. Al igual que surge de la necesidad de los clientes, en este caso de los agricultores.
Pero realmente, nuestra vinculación es la misma que tuvimos en origen. Seguimos perteneciendo al Parque y seguimos generando sinergias con él.
¿Considera que su experiencia es trasladable a otros proyectos? ¿Es posible nuevas spin off sin un PCA? ¿Es posible más spin off en el Parque Científico? ¿Es necesario un Parque Científico para generar más spin off?
Berenice Güerri: Sí, es necesario. Una de las posibilidades es generar innovación, porque al final las empresas sobreviven y crecen porque generan nuevas soluciones o porque generan mejores soluciones a las existentes. Eso, al final, es una palabra: innovación. Esto es fruto del sector público, de las universidades y de sus investigaciones. Qué cercanía puedes tener a esas investigaciones: pues estar en un entorno como un parque científico.
¿Se generan esas innovaciones sólo en las universidades?
Berenice Güerri: No. Por lo tanto, no es una condición indispensable pero sí de apoyo para generar nuevas soluciones.
Acabar con insectos de manera sostenible. ¿Cuáles son los retos actuales en este campo?
Berenice Güerri: Acabar con insectos de manera sostenible es un reto. Pero acabar con los insectos es el verdadero reto. ¿Por qué? Porque la realidad es que estamos en una vorágine en la que se escucha mucho la expresión de ‘cambio climático’. El cambio climático, además de condicionar la temperatura y esos cambios que sufrimos día a día, qué tiene como resultado: Tiene como resultado algo tan práctico en nuestro sector y tan preocupante como que cada vez tengamos más insectos-plaga. Por qué. Porque en zonas donde el clima no era idóneo para algunos insectos, el incremento de la temperatura genera un problema. Y en las zonas donde ya había esas plagas pasa otra cosa, qué ocurre. Pues que en la medida que se incrementa la temperatura, los insectos crecen de manera más rápidamente, es decir, los ciclos se acortan. Y, en consecuencia, tienes muchas más generaciones a lo largo del año. Eso quiere decir que tienes más problemas añadidos.
Por eso, no sólo acabar con insectos de manera sostenible es un reto. Acabar con insectos va a ser el reto porque las soluciones a base de productos como insecticidas o bioinsecticidas cada vez son más complicadas. Porque registrar nuevas sustancias activas es, más o menos, 12 años de trabajo. Al mismo tiempo, a día de hoy, se han retirado sustancias activas por su nivel de toxicología, casi el 60% de las sustancias a nivel agrícola. Por lo tanto, encontrar nuevas soluciones nos va a llevar entre 10 o 12 años, y con las condiciones climáticas actuales se traduce en que cada vez vamos a tener más problemas con insectos. Por lo tanto, el problema va a ser los insectos.
Otra cosa es el reto de hacerlo de manera sostenible. No hay otra forma de acabar con las plagas a no ser que sea sostenible. Porque otras soluciones van a generar otros problemas.
Sostenibilidad es generar soluciones que den una base a la agricultura para no tener problemas a futuro: es sumar herramientas que no es solo productos bioinsecticidas, pueden ser insecticidas; básicamente lo que la planta y el agricultor necesitan en un momento puntual. No, son soluciones sostenibles, sino programas de manejo sostenible, que suman herramientas de síntesis química y herramientas biológicas, como en este caso como las que se generan en Glen Biotech.